La comunicación imposible

Intentos y otros

30 enero, 2007

Oku no hosomichi (imitación de Matsuo Basho)

Para J.W.

Iniciar el viaje

Hoy es el quinto día del Quinto Mes. He remojado pétalos de lirio para limpiar mis pies cansados mientras observo a unos niños zarandear un muñeco vestido de senshi. El río Hirose no está lejos, y aunque hoy –más que nunca- sus carpas deben estar nadando contra la corriente, yo me consumo en remediar si es tiempo de emprender viaje en busca de Li Po.
Mi amigo Yoshitada diría, sin duda:

Una carpa de papel
más valerosa
en río bravo.

En su memoria decido abandonar Sendai y Matsushima, para redescubrir mi espíritu en alguna ciudad olvidada.
Como despedida, al iniciar el viaje, cuelgo estos versos en uno de los pilares de mi casa:
Hoy Kodomo no hi.
Pétalos de lirios
desatan mis pies.

Las compañías del sendero

He seguido mi camino entre los montes de Gessan y Yudono. Mi acompañante ocasional, un joven aprendiz de bonzo –aficionado al juego de Go- me pregunta por el motivo de mi viaje a China: “Pertinente Dajin, he de encontrar en Dangtu a Li Tai Po”, le digo. Dajin, que aún no conoce el arte de la poesía, me interroga por aquel hombre, imaginándolo un santo. Así, le recito el poema “la luna y la sombra”. Mi joven acompañante se desanima hondamente al conocer la verdad, y se aplica de nuevo en sus pensamientos, quizá en una partida inconclusa de Go que le espera a su regreso en Edo.
Ya me había prevenido años antes mi maestro Kitamura:

Que tu búsqueda
sea canto de grulla,
pero en verano.
D.A.S.B.

29 enero, 2007

José Watanabe detrás de la niebla

El pasado 17 de enero tuve la oportunidad de entrevistar a José Watanabe (Trujillo, 1946) para el diario La primera. La entrevista salió publicada el domingo 28. Aquí el link:

http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=37894

El último libro del poeta, Banderas detrás de la niebla, viene antecedido por un verdadero éxito de ventas (hablo de La piedra alada, publicado por Pretextos en España) lo que afianzó el nombre del vate peruano en el exterior. Este último libro ofrece, entre otras cosas, una serie de "artes poéticas" que tratan de vislumbrar la manera como el autor entiende la poesía y la belleza. Aquí transcribo el poema que da nombre al libro; disfrútenlo y averigüen más sobre este escritor, verdadera luminaria de las letras peruanas.

Banderas detrás de la niebla

Hay una vejez triste e indefinida en el puerto,
más herrumbre en el muelle
y bares sospechosos en la ribera
donde antes había casonas rodeadas de yerba tenaz.

Una noche, cuando una niebla densa y turbia
cubría el mundo, yo caminé a tientas
por el entablado del muelle. Adolescente aún,
acaso buscaba el terror gozoso de la evanescencia.

Iba confirmando con las manos la baranda, sus uniones
de metal, las cuerdas de las trampas de cangejos
atadas a las cornamusas oxidadas. Los cangrejos
merodeaban de noche los restos del pescado eviscerado, tripas
que rodaban en el fondo marino
o se enroscaban como serpientes en las pilastras del muelle.

Escuchaba la suave embestida de las olas
en el costado de los pequeños botes
que en las madrugadas salían a recoger redes
cruzando entre los buques de guerra estacionados en la bahía.
Un perro abandonado en el fondo de un bote, tan ciego
como yo, gemía.

Entonces vi banderas que alguien, a lo lejos, agitó
detrás de la niebla.

Quedé deslumbrado y mudo. Ninguna apostilla
sobre la belleza hablará realmente de aquellas banderas.

27 enero, 2007

Marilyn a tres voces (con ilustraciones de un terrible enamorado)

Dedicado a Milagros Higa, por todos los 26 de enero.

El maestro Víctor Humareda (Puno, 1920-Lima, 1986) nunca pudo amar a otra mujer; Ernesto Cardenal (Granada, 1925), Jotamario Arbeláez (Cali, 1940) y Enrique Sánchez Hernani (Lima, 1953) no pudieron hacer otra cosa que celebrar ese amor, un ardor hecho para todos los melancólicos, una pasión consentida universalmente.

Oración por Marilyn Monroe

Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de
Marilyn Monroe, aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.

Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.

Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.

Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y
archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: Wrong Number
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!

Ernesto Cardenal

Los inadaptados no te olvidamos Marilyn

Ahora que los gusanos han echado sobre tu
cuerpo la primera palada del olvido
ahora que vives debajo de Los Angeles sin
necesidad de psiquiatras
ahora que el hueso altivo de tus caderas es
puro polvo en una caja y puro polvo son
tus nalgas diseminadas por el suelo de raso
de tu tumba
ahora que la totalidad de tu cuerpo cabe en
la más pequeña de tus polveras
ahora que las uñas de tus pies yacen a tus
pies disgregadas como planetas muertos
y los tacones de platino de tus zapatillas
de gala se doblan entre canastas de champaña
bajo el peso terrible de la ausencia de
tu talón de Aquiles
ahora que en tu ropero las polillas han hecho
lo propio con tus trajes olorosos a fiesta en
Beverly Hills a Chanel número 5 a los cinco
dedos de una mano
ahora que el millonario excéntrico que alquiló
la mansión que habitabas en Brentwood
ha dejado de buscar tus axilas en los rincones
de la sala y organizar con sus invitados
un safari de rinocerontes en el Perú
ahora que el psiquiatra que te atendía se ha
declarado en quiebra y para pagar sus impuestos
está escribiendo tus "memorias"
y además porque a sus tres esposas les hace
falta los doce mil dólares mensuales
que le pagabas de honorarios
ahora que las pastillas soporíferas que tomaste
se agotan rápidamente en las farmacias
como canciones de cuna definitivas
ahora que hasta en las cintas viejas de celuloide
se están cerrando tus ojos cansados
de soportar tanta pestaña tanta vigilia tanta viga
ahora que ya nadie sabe quién era Norma Jane
Baker pero las Baker Norma Jean abundan
en los directorios telefónicos
ahora que los 188.000 millones de psicópatas
ya no te ven en sus sueños en inglés
con leyendas en castellano como una bruja de
salem volando sobre un bate de béisbol
ahora que la obra dramática de tu exmarido
sobre tu vida ha quedado en tablas ante
los críticos de Broadway
y ha dejado para siempre de alumbrarte el sol
de los fotógrafos
oh gata llena de misterio sobre el mercedes
benz del olvido
en este pequeño país latinoamericano que se
llama Colombia
vivimos varios poetas inadaptados que no
queremos olvidarte
(Tú Marilyn fuiste más importante para
nosotros que la doctrina Monroe)
y que nos acordamos de ti cuando sale la
luna sobre los "jaguares"
cuando bajamos deslizándonos por las
pasarelas del jet
cuando leemos en la prensa que Dalí ha
hecho de tus senos una escultura de gavetas
cuando pasa por nuestro lado veloz como
una sirena una ambulancia blanca de dos pisos
y nuestras mujeres gritan en lo más alto de los
ascensores.
A veces como ahora te elevamos una oración
por qué no te elevamos en una oración
en un réquiem en un anti-rréquiem en un
responso qué sabemos nosotros de estos nombres
sólo que cada hombre ora a lo que más ama
sobre todo si lo que más ama está muerto
y es entonces cuando queremos acostarnos
bocabajo en el cementerio de Westwood
para sentir el cosquilleo en nuestros poros
púbicos de las lanzas de hierba que crecen
desde tus ingles norteamericanas
ahora que estás muerta y reposas enquistada
sin muchas esperanzas en la resurrección
de los cuerpos
en ese pequeño lugar que es como el ombliguito
de América
luego de haber vivido entre reflectores y niebla
entre almacenistas y magnates
entre dramaturgos y policías
entre los espejos y el espejismo
del amor.

Jotamario

Rock / Pop & Glamour

Si Marilyn Monroe no le hubiese cogido la mano a Dios
el día que decidió tomarse su pequeña montaña
de barbitúricos y perfumado champagne
tal vez habría concurrido en 1969
a algunos de los grandes sucesos de la época:
al Monterrey Jazz Festival
a Woodstock
o un año después al Festival de la Isla de Wight
donde los Doors dieron uno de sus últimos
grandes conciertos.
De haber sido así
Marilyn se habría puesto una blusa ligera
y tacones rojos pero no demasiado altos
pues ya sabemos que el glamour y la incomodidad
la asediaban aun cuando salía de la ducha
o acariciaba a su gato.
En Monterrey pudo haber visto a The Jimi Hendrix Experience
sangrando inconteniblemente
al interpretar Killing Floor o Rock Me Baby
y tal vez habría llorado
sin entender nada
admitiendo que otra vez había tocado la puerta equivocada
y que era ligeramente mayor
a todos los muchachos que la rodeaban
pero que en ella también palpitaba un corazón púber lleno de miedo
y un rostro desprovisto de arrugas
cuidado por costosas cremas.
En Woodstock se habría quejado del calor
de la inmensa neblina de polvo
que volvía grises a todos aquellos que viajaron
por horas para ir al gran concierto
mientras echaba de menos su rimmel y su lápiz labial
sin saber por qué todos fumaban yerba
o bailaban meneándose con Santana
o con Country Joe & The Fish.
Pero siempre hubiese sido demasiado ruido para ella
que bebía finísimos cócteles
en los bares donde la banda de Frank Sinatra
cantaba y decía chistes
solo para sus tacones rojos
y su blanca y rubia majestad.
Mas no soñemos: lo más probable es que jamás hubiese acudido
a ninguno de aquellos recitales
pues habría preferido quedarse en casa
con la luz baja
mirando la turbiedad del horizonte
sin música y muy aturdida
contando las pastillas blancas
que iban cayendo sobre su mano
igual a una minúscula tormenta de fúnebre granizo
como pequeñas y mortales estrellitas de hielo
que al fin y al cabo la llevaron
a su último y terrible concierto
donde ahora gira sola
como un tierno planeta en la oscuridad de una galaxia desconocida.

Enrique Sánchez Hernani

(Las ilustraciones han sido sacadas del libro Víctor Humareda, imagen de un hombre)

24 enero, 2007

Para comenzar de alguna manera y no por el comienzo: tributo a César Calvo



Después, poco después, me ocupó totalmente la certeza de que sólo podía escribir sobre un cuerpo sediento, encimado al relámpago perpetuo del que habla Manuel Scorza, amarrado al jadeo como a la única hoguera que podría salvarnos o -para repetirse- escribir como quien galopa por una playa infinita, desnudo y bañado en sangre, dando gritos de goce y de victoria...
C. C.

Para solventar deudas con el pasado y obtener nuevos visos en el humilde oficio de la palabra, aquí un pequeño homenaje a César Calvo (Iquitos, julio de 1940–Lima, agosto de 2000) campeón de las artes amatorias e indudable “César” de la poesía peruana.


poema erótico con discutibles logros personales
(y poco original)


se escribe un poema
para quitarle la ropa a una muchacha
y hacerle el amor sobre sus palabras
y hacerle el amor sobre las hojas que crepitan
como si fuera otoño
y también se escribe un poema
para tener algo que decirle a la muchacha
porque sus cabellos son así
y la ternura de sus senos
es como la segunda madre
y sus ojos
etcétera.

D.A.S.B.

Foto: Paseo de poetas (detalle). César Calvo y Enrique Sánchez.

21 enero, 2007

Jotamario: palabra nadaísta

En septiembre del 2002 durante el Festival de poesía El patio azul, que se desarrolla en Cajamarca, tuve la oportunidad de conversar con uno de los referentes más grandes de la poesía colombiana contemporánea: Jotamario Arbeláez (Cali, 1940). Jotamario –así, a secas- fue uno de los fundadores del movimiento Nadaísta, grupo que enarboló la violencia verbal y no escatimó esfuerzos en desacralizar a la sociedad colombiana. Aquí presento una pequeña parte de una larga conversación, amena y sugerente.

Diego Alonso: Jotamario, algo que recuerdo mucho de tu libro Mi reino por este mundo, es el poema “Poeta de salón”, donde se cuenta cómo un niño de siete años empieza a recitar poesías celebres en ocasiones especiales, sea el día de la madre o de la independencia, por mencionar unos ejemplos. Además de toda la pompa típica que se suele implantar en las escuelas ¿tú tuviste un acercamiento parecido a la poesía de niño?

Jotamario: Sí. A pesar de que en el poema hago cierta exageración respecto a esa circunstancia, es verdad que desde mis primeros años en la escuela pública los profesores me hacían aprender poemas escritos por otros poetas a sus mamás, y me tocaba declamarlos como un homenaje a las madres. Posteriormente, cuando me aboqué en serio a la poesía, esto me hizo desestimar a la madre como tema de inspiración; así tomé la figura del padre, la cual trabajo muy a conciencia en diversos de mis libros publicados. Recuerdo todavía cuando las tías desconectaban la radiola y ponían al niño a que recitara para pasmo de los visitantes. Pero cuando vi que también eso sucedía donde los vecinos –en casa de la novia le pedían a uno recitaciones- saqué la conclusión de que, como se dice en Colombia, me estaban mamando gallo. Es decir, se estaban burlando de mí. Desde entonces detesto la poesía.

D.A.: Pero eso de terminar diciendo en tu poema que detestas la poesía ¿quiere decir que detestas esa forma de tomar la poesía?

Jota: Correcto, correcto. Y sucede cuando un profesor de escuela le impone al estudiante un tipo de poesía que no llega a su alma, creando un rechazo posterior en él. Frente a ello, la Casa de poesía Silva ha implementado unos talleres de poesía para profesores de literatura en las escuelas de primaria o de secundaria, de modo que ya se orienta un poco a que la poesía que se enseña a los estudiantes tenga cierto grado de contemporaneidad.

D.A.: Además, todo lo que el niño pueda aprender de la poesía lo va agradecer de grande, por más que no sea poeta ni literato. Inclusive, leer es un trabajo de sensibilidad.

Jota: Claro. Yo creo que quien perciba la poesía, la sepa leer y aprender, tiene un grado más para la comprensión del mundo y de los acontecimientos que le sucedan.

D.A.: Ahora, el tema de la ironía, el humor, está latente en tu poesía, como también es representativa del movimiento Nadaísta colombiano, del que formas parte.

Jota: Sí, pero yo creo que esa poesía la tomamos de diferentes vertientes. Una de ellas era la de un poeta surrealista francés muy importante para nosotros –más que André Breton-: Benjamín Peret. Benjamín Peret establecía una poesía en base a unas asociaciones libres de imágenes y palabras que creaban una euforia espiritual inmediata, que es algo que posteriormente vimos en Antipoemas, del poeta chileno Nicanor Parra. Lo lindo, también, del Nadaísmo fue que simultáneamente con su irrupción hubo movimientos en casi todos los países latinoamericanos. También, con unos años de anterioridad, había surgido en Norteamérica el movimiento Beatnik, cuyo sentido contemporáneo y desacralizador tuvo como adalides a Alan Ginsberg y a Jack Kerouac. Considero también ideal que ahora la juventud vea en la poesía el reflejo de las letras de las canciones de rock.

D.A.: Claro, ello es evidente con los Beatles, los Rolling Stones, Bob Dylan y, también, con otros tantos cantautores de habla hispana. Esta idea desacralizadota era contra toda clase de institución ¿verdad?

Jota: Bueno, en una primera etapa de la poesía nadaista utilizamos al poema como elemento de combate. Pero posteriormente como que recapacitamos, esbozando el poema hacia una emanación más pura de la existencia personal, desligándolo de todo ataque. Para confrontar estaban los manifiestos, los cuales fueron muy, muy célebres y los aplicamos con mucha virulencia, algunos a través de columnas de prensa, que milagrosamente nos granjeamos ciertos nadaístas como Gonzalo Arango, Eduardo Escobar, Jaime Jaramillo y quien te habla. Esos elementos de combate que teníamos permanentemente vigentes para criticar las aberraciones de la realidad que nos circundaba, los aplicamos en función de la prosa, dejando la poesía como pura emanación del espíritu y la experiencia.

D.A.: ¿Cómo se recibió este movimiento allá, en Colombia?

Jota: La juventud lo asumió de una manera frenética. Hubo nadaístas en todas las localidades del país. En realidad tuvo una cobertura casi por completo, sobre todo porque eran los años 60 y principios de los 70, donde el terrorismo verbal era un arma sumamente apreciada. Posteriormente se llegó a un terrorismo verdadero, que es la parte de los combates guerrilleros, la toma del Palacio de justicia, cosas que ya hacía que se volviera casi anacrónico combatir por medio de la palabra. Entonces cerramos ese ciclo de la actitud virulenta y nos dedicamos cada uno a trabajar nuestra obra de creación en particular.

D.A.: Ahora los jóvenes toman otras referencias en las movidas poéticas ¿verdad? ¿Crees que están regresionando?

Jota: Sí. Yo entiendo que la juventud en un determinado momento percibió que la poesía no debería mantener el carácter experimental ni de búsqueda, sino volver a encontrar otras fuentes. Así como nosotros apelamos en cierta forma al surrealismo, ellos buscaron otro tipo de germen, y lo han encontrado en el expresionismo alemán, por ejemplo en Trakl y Paul Celan, formulando su estética de esa manera. De modo que me parece justo, natural y muy válido.


(La entrevista completa fue publicada en la revista de celebración de poesía La unión libre, en marzo de 2004)

19 enero, 2007

La letra suprema

Mi mundo abatido
no reconoce alfabeto para su pena.

Los símbolos que me acompañan
son los mismos
pero los significados han sufrido
como han sufrido mis ancestros.
Ya no reconozco
dioses y demonios dentro mi casa,
no puedo ver mas
la calle poblada de sombras.

Mi mundo ha comprendido
que la tierra no es para
los vencidos,
que la patria es para quien la golpea.

De estos versos cortos y compendiosos,
como cifras,
sólo queda esperar
la inscripción de la Letra Suprema.

D.A.S.B.

Acuerdos y transgresiones

Acabo de formalizar mi alianza con El principio de cooperación comunicante, propuesto por H.P. Grice, hacia 1975, y que se podría explicar con los siguientes términos:
“Contribuye a la conversación del modo solicitado, en la fase requerida, con un objetivo común inmediato y de forma consecuente a los compromisos convencionales establecidos”

Es decir, la total obediencia a las cuatro máximas cooperativas (de cantidad, calidad, relación y manera) para efectuar una conversación perfecta:

Máxima de cantidad:
1. Haz que tu contribución aporte la información requerida por los objetivos del intercambio en discurso.
2. Haz que tu contribución no sea más informativa de lo necesario.

Máxima de calidad:
Intenta contribuir con información verídica, y en particular:
1. No digas aquello que consideres falso.
2. No digas nada que no sea susceptible de comprobación.

Máxima de relación:
Sé pertinente.

Máxima de manera:
1. Evita expresiones ambiguas.
2. Evita expresiones oscuras.
3. Sé breve (evita divagaciones innecesarias).
4. Procede ordenadamente.

Nada de lo publicado en este humilde espacio, nada de lo dicho por este escritor, nada de lo propuesto por estas palabras -y las venideras- contradiga las máximas anteriormente mencionadas.

Bienvenidos a este homenaje al signo intercambiado, a la imagen abstracta y la palabra figurada.

Aunque no lo crean, esto es poesía.