La noche no era suficiente
Por dos dólares, incendiamos la habitación
impregnando nuestros cuerpos en las paredes;
y la noche no era suficiente.
Ahora, recostada sobre mí,
pastas con dulzura las sombras de la memoria
antes que la luz violente las ventanas,
antes que las sábanas digan ¡no!
Y tengamos que reconstruirnos tristemente.
impregnando nuestros cuerpos en las paredes;
y la noche no era suficiente.
Ahora, recostada sobre mí,
pastas con dulzura las sombras de la memoria
antes que la luz violente las ventanas,
antes que las sábanas digan ¡no!
Y tengamos que reconstruirnos tristemente.
D.A.S.B.