La noche no era suficiente
Por dos dólares, incendiamos la habitación
impregnando nuestros cuerpos en las paredes;
y la noche no era suficiente.
Ahora, recostada sobre mí,
pastas con dulzura las sombras de la memoria
antes que la luz violente las ventanas,
antes que las sábanas digan ¡no!
Y tengamos que reconstruirnos tristemente.
impregnando nuestros cuerpos en las paredes;
y la noche no era suficiente.
Ahora, recostada sobre mí,
pastas con dulzura las sombras de la memoria
antes que la luz violente las ventanas,
antes que las sábanas digan ¡no!
Y tengamos que reconstruirnos tristemente.
D.A.S.B.
2 Comentarios:
A la/s 23/8/09 5:00 p. m., Diego Alonso Sánchez dijo...
Mira, algo así (aunque nebuloso) se me pasó por la cabeza. Otra razón más, mi hermano.
A la/s 3/9/09 6:45 p. m., Miguel Ángel Sanz Chung dijo...
por ahí, compadre,explora por ahí.
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