Nacimiento de Nicolás
Recíbelo en la tierra Señor del Universo
(manto magnético que sostienes en precario equilibrio
a los planetas)
con un sol templado mas no por ello incierto
con ventiscas leves poca arena
peces que vuelen y un firmamento tan azul
como tu impronunciable nombre.
Dale los pastos más altos
el océano que sea capaz de caber entre sus manos
una arboleda donde pueda descansar su cabeza
dos brazos fuertes un tórax amplio agilidad en las piernas
dale todo lo que pueda tener y lo que deba
pero antes que eso
limpieza para que se labre el corazón y la mente.
No te pido que le quites los escollos por entero
ni todas las esquinas oscuras ni esos abismos
que se abren más allá de los acantilados
porque no sé si tú
que sostienes los océanos pegados como una piel líquida al planeta
tal vez podrías hacerlo.
Pero sí dale los avisos suficientes
para que pueda sortear los más arduos obstáculos
un poco de sabiduría algo de templanza
un catalejo de bronce una brújula de acero y plata.
Dale todo esto y si no lo tienes
tómalo de mí
que yo sabré entender por qué me abaten las innombrables sombras
cuando casi he llegado a los 50 años
mi dios.
Enrique Sánchez Hernani.
20-22 de diciembre de 2000