La comunicación imposible

Intentos y otros

14 enero, 2008

Sociedad Elefante IV

Palabras para Mitsuya Nicolás

Seas tú
hijo
legítima Saeta Brillante
del Sur,
aunque reconozca tu nexo
inocente
con el seno y ombligo
de tu madre,
quien es ojo lejano
venido en barco.

Seas tú,
primogénito ideal
para los rumores por venir,
así fuesen
frutas de estación
y sus deleites pajareros.

Sólo tú,

perpetuo
material para la prudencia,

a quien habré de llevar
espejo tras espejo
a la dicha,

reconoces
a este
tu padre

Manos de Sagitario.


A Kike papá

Mi hijo
que ya tiene un hijo
y veinte años,
es poeta;
y lo he ido a escuchar
recitar sus jóvenes
poesías
con la expectativa obscura
de hallar en él
al próximo poeta nacional,
institución para los libros
escolares.

Pero no lo he hallado.

Huyó de mi
al saber que iba a ir
con una libreta en la mano.

Mi hijo
que ya tiene un hijo
y veinte años de poeta
sabe que fui yo
quien lo escribió

en una noche de poesía.


Si fuéramos...

Si fuésemos cuerpos obedientes
y juntos
seríamos más sombra
que la noche desparramada en el suelo:

La expansión delirante
tiene que ver con cualquier
biología.

Insubordinados
emprendemos la mañana
y huimos licenciosos de la intimidad
de los cielos.


She is naked

(Ella está denuda)

Por mis espejuelos
Estoy contigo
Y te imagino zurda
Cuando escapan
Las pulsaciones de mi sangre.

Y eres menuda presencia sobre el lecho
Y también eres desnuda
Herramienta de la salud;

Tú y tu cálido sexo.


Sociedad Elefante Número 4 (julio 2001). Acá empieza mi etapa “intimista familiar” (Jerónimo Pimentel dixit) y, también, culmina de manera bochornosa mi poesía experimental “protosurrealista” (J. P. dixit. ¡Qué cantidad de idioteces puede decir una sola persona en tan pocas líneas!) al fiel estilo de mi compadre José Agustín Haya de la Torre.
Dos poemas para el olvido insondable; ya saben a cuales me refiero.

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